martes, 13 de abril de 2010

DIFICIL DE OLVIDAR




DIFICIL DE OLVIDAR

Es difícil elegir un sitio para comenzar porque la habana es un lugar mágico donde nada tiene sentido y cada paso que das esa idea se va afianzando cada vez más.
El clima la verdad que es demasiado caluroso para poder ir a los lugares más emblemáticos a pie por lo que os recomendaría usar alguno de los transporte típicos además de curiosos que podéis encontrar, por lo que comenzaríamos dando un paseo en bici-taxi por dos razones fundamentales, la primera de ellas es la cercanía que te proporcionan los propios ciudadanos que a su vez ayudara a acércanos a los lugares más recónditos de la ciudad. La segunda razón sería el factor económico ya que es bastante asequible para nuestro bolsillo. VISTA DESDE EL MALECÓN

Comienzo el paseo por la zona del malecón bastante conocida por todos además de ser frecuentada masivamente por los ciudadanos cubanos. Desde aquí se llega a la plaza donde el presidente Fidel Castro da sus discursos presidido por un emblema que se puede leer: “TODO POR LA REVOLUCIÓN”. Detrás encontramos un impresionante paisaje abarrotado de banderas negras que simbolizan el número de cubanos caídos en EE.UU., pero más impresionante si cabe todavía es el enorme edificio colindante, sorprendentemente es una de “sede” que posee los Estados Unidos, protegida a cal y canto donde no puedes ni pasear por la acera de dicha manzana. ¡Si! sorprende la idea de que simplemente encontremos un producto americano en la isla como para que posean un edificio, todo tiene su explicación y esto se debe a la cárcel de Guantánamo que encontramos al sur de la Cuba.

Nos dirigimos hacia la Habana Nueva y el Vedado donde se puede observar el deterioro de las casas, pero que tienen un encanto muy especial, una vez dentro del barrio nos encontramos la impresionante casa que le regalo Fidel Castro a su amigo el Che Guevara durante la revolución. La casa nunca a tenido como fin la visita pública sino que el uso que se hace de ella es exclusivo por parte del gobierno que es aquí donde se reúnen para los asuntos relacionados con la economía y las finanzas.

Continuando con el paseo, dos manzanas más adelante nos encontramos con el Comité de Defensa de la Revolución donde se encuentran ciertos jubilados cubanos que son ellos los que deciden quien trabaja y quien no. Esta es una de las tantas cosas que sorprenden además de tener poco sentido y ser demasiado atípica, pero aquí no se acaba el estado de incredulidad porque unos metro más adelante podemos observar un mercado de racionamiento de alimentos. Comienzas a tener la sensación de tele transportarte a los años 50 por un momento, pero lo que es singular que a pesar de los problemas y las necesidades básicas que les faltan transmiten una energía muy positiva que te hace pensar muchas cosas. CASA DEL CHE GUEVARA

Vamos dirección a la Plaza de la Revolución por una avenida enorme que no es de extrañar porque la habana se caracteriza además por su intenso tráfico también por sus anchas avenidas con la peculiaridad que ninguna tiene pasos de peatones, es una sensación de Tarzan en la Quinta Avenida.
La Plaza de la Revolución es el símbolo de la revolución cubana debido a las concentraciones políticas que aquí se celebran desde 1959, Casi todos los edificios datan de la época de Batista, donde aparece la silueta del Comandante Che Guevara en un edificio que es el Ministerio de Interior presidido por el lema “ Hasta la victoria siempre”. Enfrente encontramos el enorme monumento dedicado a José Marti, con una figura de mármol, además de tener el mejor mirador de la habana con una altura de unos 270 metros, donde también se encuentra el museo en homenaje a este revolucionario. En 2009 se inauguró en esta misma plaza otro memorial del tipo a la del Che pero en homenaje a Camilo Cienfuegos otro de los revolucionarios de la época.
PLAZA DE LA REVOLUCIÓN


Para comenzar el segundo día empezaríamos por el gran campus universitario que se
encuentra en el centro de la habana en la zona de la Habana Libre, donde podemos encontrar todo tipo de titulaciones a la que los estudiantes acceden de manera gratuita. A continuación pondremos rumbo a la habana vieja que aunque esta un poco lejos merece la pena darse un paseo por las calles del centro de la ciudad, porque si el día de antes nos impresionamos de las condiciones de vida aquí todavía son peores. Según vamos hacia la zona del capitolio podemos ver el estado de los
edificios que muchos de ellos pende de un hilo, las calles están asfaltadas pero tienen socavones que una persona podría entrar tumbada; el estado de las calles es bastante deteriorado. Llegamos al centro de la Habana, tras las inmensas ramas del parque que cruza la avenida distinguimos a lo lejos el Capitolio donde se encuentra la tercera estatua más grande del mundo tallada en bronce, junta a él se encuentra el impresionante teatro y justo enfrente el atractivo edificio de la embajada española, que hacen una combinación emocionante.


Nos encaminaremos hacia la catedral antigua donde el aspecto de los edificios van siendo algo más modernos, pero al llegar a la plaza vemos el estado tan descuidado de la fachada llena de moho adherido, que se encuentra en la zona más vieja de toda la Habana cerca de la Plaza de Armas, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1982. Para tomarnos un respiro después de la gran caminata iremos a la famosa Bodeguita del Medio, su éxito es debido a que las bodegas en la isla siempre se encontraban en los extremos de las calles pero esta se encuentra en la mitad de la calle, donde sus mojitos son conocidos en todo el mundo, y sino habría que preguntárselo a Hemingway. Para terminar el día avanzaremos un par de manzanas para ver la nueva catedral, con una estructura moderna compuesta de cristaleras gigantes, que más que una catedral parece un centro de ocio e incluso un centro comercial.
CATEDRAL VIEJA

Ha sido un día largo como para volver a recorrer todo el camino a pie, por lo que cogeremos uno de los transportes más peculiares el coco-taxi, mientras vamos dirección a la Habana Libre tenemos tiempo en pensar en todas las sensaciones tan extremas que hemos vivido. Mientras la brisa del mar te golpea en la cara, sus mezclas de olores hacen que reflexiones sobre las emociones tan fuertes sentidas, además de ser tan diferentes. Es un viaje que no deja indiferente a nadie y que de una manera u otra te marca en tu día a día aunque muchos piensen que no les ha hecho cambiar, tu interior no es el mismo de cuando fuiste para allá.